
Cuantas veces nos ha sucedido que hombres y mujeres, cada uno a su manera al sentirnos frustrados ya sea por alguna causa valida ó no, tratamos de “comprar nuestra felicidad” ya sea en una tienda, en un centro comercial, gabinete de belleza ó en una cantina…
Probablemente consigamos una felicidad temporal, pero realmente lo que sucede es que nos hemos olvidado del problema momentáneamente sacrificando nuestro bolsillo ó quien sabe si en el caso de las mujeres a cambio de la infelicidad que sus propios compañeros sentimentales, los mismo que al ser sorprendidos por la factura y la cuenta se volverán infelices y a su vez estos para calmar su infelicidad financiera tengan que salir a comprar felicidad en una tienda ó cantina volviéndose así un circulo vicioso.
¿Saben cuántos se hacen ricos a causa de nuestra infelicidad?
¿Cuál es el precio de nuestra felicidad?
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