lunes, 12 de mayo de 2008

El paraíso de Google en Zurich - La biblioteca

La biblioteca es una de las salas más sorprendentes del edificio y la que mejores vistas tiene. Un área de descanso con una inmensa cocina y una chimenea 'virtual'. Todo el mobiliario es reciclado o proviene de tiendas de segunda mano.

El paraíso de Google en Zurich - Puestos móviles

Los trabajadores pasan sólo una fracción de su tiempo en la mesa de trabajo. A menudo trabajan con el portátil en las zonas de descanso, en pequeños grupos. Esto favorece la creatividad y la sociabilidad.

El paraíso de Google en Zurich - Actividades varias

Google es más que una oficina. Los trabajadores quedan en la sede para realizar actividades conjuntas y fiestas de forma periódica y no es raro encontrar grupos para prácticamente cualquier actividad o deporte, desde ciclismo hasta esquí alpino. Además del famoso 20% del tiempo de trabajo que cada uno puede dedicar a proyectos personales hay un 10% de libre disposición absoluta.

El paraíso de Google en Zurich - Salas de reuniones

Las salas de reuniones del edificio tienen nombres sacados de series de televisión y películas famosas. Estos iglúes están en el área de la Guerra de las Galaxias y son auténticos refugios que han sido utilizados en misiones científicas en la Antártida.

El paraíso de Google en Zurich - El salón de agua

El salón de agua es una zona de paz y relajación en el edificio. Hay sillones de masaje y la iluminación es mínima. Es el lugar idóneo para echarse una siesta o descansar antes de una reunión.

El paraíso de Google en Zurich - Privacidad

Las áreas de trabajo son siempre abiertas. Para tener privacidad durante una llamada hay que 'encerrarse' en una de las múltiples cabinas repartidas por el edificio. Todas las paredes del edificio tienen pizarras porque nunca se sabe en qué momento puede surgir una buena idea.

El paraíso de Google en Zurich - Servicio técnico

El servicio técnico está en un área del edificio decorada con ambiente hawaiano. Aquí se puede venir a buscar un cable o arreglar un portátil que falla. Las zonas de esparcimiento están repartidas por todo el edificio para que los 'Googlers' caminen y se vean las caras.

El paraíso de Google en Zurich - Areas de oficina

A estas alturas debe estar preguntándose si en Google realmente se trabaja. Esta es un área de oficina convencional. Dos pantallas es el estándar -ahorra tiempo y aumenta la productividad- y los puestos se escogen libremente. No es raro que los 'Googlers' cambien de sitio de trabajo con frecuencia.

El paraíso de Google en Zurich - Estaciones de trabajo

El espacio de trabajo es pequeño pero las áreas de reunión son muy amplias y temáticas. Esta cabina es de un auténtico teleférico y está situada en una planta decorada con fotos y objetos que recuerdan a una estación de esquí en los Alpes.

El paraíso de Google en Zurich - El "ascensor"

Esta barra, similar a la de las estaciones de bomberos, conecta la segunda planta con la sala de juegos. No hay que esperar al ascensor para divertirse unos minutos.

El paraíso de Google en Zurich - Administración del tiempo

Cada uno administra su tiempo y su trabajo como quiere. No hay horarios y en los descansos se puede jugar una partida al Guitar Hero, el billar o un juego de mesa. Los plazos de entrega y desarrollo, eso sí, hay que cumplirlos.

El paraíso de Google en Zurich - Diversión y descanso

En cada planta hay al menos dos áreas de descanso con comida y bebida -por supuesto, gratis-. Refrescos, zumos y café, mucho café, pero también cereales, chocolates, helado, patatas fritas, fruta y una amplia selección de snacks saludables que intentan compensar el exceso de carbohidratos.

El paraíso de Google en Zurich - La sala de masajes

La sala de masaje es casi un santuario. Los sillones vibradores son gratuitos. Los que da el masajista hay que pagarlos, pero están subvencionados y son muy económicos. La compañía regala bonos de masaje, además, en fechas señaladas.

El paraíso de Google en Zurich - La comida y gimnasio

La buena comida gratis y el picoteo entre horas siempre hacen ganar a los recién llegados unos kilitos -se les conoce popularmente como 'los siete de Google'-. El gimnasio de la planta baja es el lugar donde quemarlos. Por supuesto, es gratis.

El paraíso de Google en Zurich - Los niños y mascotas

Los niños son bienvenidos y tampoco es extraño que los 'Googlers' vayan al trabajo acompañados de su mascota. No hay guardería -aunque toda la oficina puede parecerlo, en ocasiones- pero sí una sala especial para cambiar a los bebés.

El paraíso de Google en Zurich - La cafetería

La cafetería sirve desayuno, comida y cena preparados por cocineros contratados exclusivamente para el edificio. Hay comida para vegetarianos, dos platos principales, un buffet de ensaladas y toda la comida se intenta hacer con ingredientes locales.

domingo, 11 de mayo de 2008

El paraíso de Google en Zurich - El tobogán

El tobogán conecta la zona de oficinas de la primera planta con la cafetería y el gimnasio. Para bajar a comer no hay que esperar al ascensor. A los recién llegados se les hace bajar por él para su presentación en sociedad. Tienen que llevar, también, un ridículo sombrero de colores durante unas horas.

El paraíso de Google en Zurich - La recepción

A continuación les dejo algunas fotos de como es el ambiente de trabajo en el oficinas de Google en Zurich, se nota que es uno de los mejores lugares para trabajar en el mundo.

lunes, 5 de mayo de 2008

La clave de la supermemoria

Recordar imágenes en lugar de conceptos escuetos, leer con atención y aprender sin pensar en los exámenes son el secreto dice Enrique Ortega Salinas, record Guinness de la memorización.

Estimular el cerebro con ejercicios mentales es un buen método para mejorar la memoria, la memoria es una de las propiedades que más potencial tiene por explotar.


Este hombre es capaz de memorizar de una sola mirada un número de 320 dígitos o 52 cartas de naipes en 49 segundos, Además es capaz de extraer la raíz quincuagésima de un número de 100 cifras en solo 13 milésimas de segundo, y otros ejercicios por el estilo.


Son tres procesos importantes. “Aprendizaje, memoria y olvido”, explica el neurólogo Javier Torres Zafra. El primero es la forma de obtener nueva información, el segundo el almacenamiento y el tercero la recuperación de lo aprendido, dice este ex presidente de la Sociedad Colombiana de Neurología.


Para aprender, el uruguayo recomienda “dejar de leer sin leer”, es decir, lograr una real concentración en lo que se está leyendo y asociar ideas de forma que lo que se dé sea una “compenetración” con el texto.

“La asociación multiplica las conexiones neuronales, lo que determina que los datos ingresados al sistema queden atrapados de manera más eficaz”, indica. Leyendo con atención recordamos apenas el 40 por ciento de lo leído, así que hay que estar mucho más que atentos, dice.


Para recordar, la clave está en “no fechar la memoria”. Estudiar, por ejemplo, para un examen pensando en la fecha para presentarlo le da al cerebro la orden de aprender solo hasta ese día.
“Cumplida la orden, la mente envía todo a la papelera de reciclaje”, dice, comparando el cerebro con un computador que se puede programar. “Si se olvidaran del examen y leyeran para aprender, el recuerdo perduraría”, indica.


Además, la capacidad de archivar datos varía de acuerdo con los sentidos que intervengan en el proceso. De toda la información almacenada en el cerebro un 1 por ciento ha sido registrada por el olfato, un 2 por ciento por el sentido del gusto, un 3 por ciento por el tacto, un 7 por ciento por lo que oímos y el 87 por ciento restante por lo que vemos.


Así que “lo que se visualiza se recuerda fácilmente”. Por eso, uno de los métodos que Ortega usa para memorizar números consiste en elaborar un código mental con el que se reemplazan cifras por imágenes.


El 1 por un auto de fórmula 1, el 2 por Dios, el 9, por nieve… Y así, los cien primeros números están representados por objetos, animales o personas con los que se pueden crear historias para encadenar un número tras otro.


Tal vez las ideas que se generen sean ridículas, pero ahí radica el truco de la técnica. “Lo que es ridículo llama la atención y lo que llama la atención se recuerda”, dice. Asegura que cualquiera puede lograrlo. “Nacemos con el programa de la supermemoria en nuestro computador biológico, la clave está en averiguar cómo usarlo”, dice.


Siete pasos para una mejor memoria:
· La asociación de ideas.
· La visualización de conceptos abstractos.
· La comparación.
· La lectura crítica-analítica.
· La utilización de códigos mentales.
· El ejercicio intelectual.
· Un dieta adecuada.

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