
Todos deberíamos escribir porque la escritura aporta claridad y pasión por la vida, porque es bueno para el alma, porque nos permite expresarnos libremente.
Escribo porque soy un fiel defensor de la libertad de expresión, escribo porque sé lo que se siente vivir en un país en donde no se respetan estas libertades.
Escribo porque cuando me invaden las ganas de hacerlo me puedo quedar largas horas incluso sin comer o sin dormir, pero eso no me importa porque en aquellos momentos me siento feliz y bien alimentado.
Escribo porque estoy de acuerdo con un personaje famoso y que desconozco su nombre pero dijo esto:
“sigamos haciendo esto que sabemos hacer y que no sirve para nada, pero es tan útil; que no se come, pero llena; que no esta hecho con ninguna tela, pero cómo abriga!”